miércoles, 17 de junio de 2009

Paraguay

Subiendo al Paraguay
me distrajo una hoja que resistía el paso del otoño
mi caballo aprovecho mi abandono
y se arrojo a la naturaleza
entre el pasto y el cielo.

Yo me recosté al solcito y decidí escribirle
una carta a mi amada:
“Elena,
Esa hoja en el árbol representa nuestro amor
sosteniéndose a pesar de todo y como nosotr”
Coronel, Coronel!! dijo mi caballo al galope,
acaba de caer la hoja.
Yo lo mire a los ojos y dije:
Sigamos al Paraguay.

En el camino quedo la hoja muerta
Y a unos diez metro mi carta inconclusa