miércoles, 6 de octubre de 2010

Inocente

Sale del camino el jinete
, agitado bajo una luna que apenas se ve,
lo persiguen otros 5 tal vez 6
De repente su caballo clava sus dos patas delanteras en la orilla de un arroyo
un segundo de inercia
y su cuerpo vuela directo al charco de agua estancada.
Le duele la rodilla y le molesta una mano en el barro
y
el olor
del tiempo sin lluvia en el camino a Santa Fe


Se pintan detrás de la arbolada los gritos salvajes
de sus perseguidores

Busca su sable para la defensa, son 6.
Le recrimina al animal con palabrotas
por su desgracia
El equino contesta:
“La culpa no es del caballo”